Si preguntara cuál es la forma de la Tierra, seguramente muchos me dirían que es esférica. Pues bien: están todos equivocados. La tierra no es esférica, y no sólo lo sabemos porque lo dice la biblia (Jeremías 16:19 dice “desde los extremos de la tierra”, y Apocalipsis 7:1 habla de “los cuatro ángulos de la Tierra”. ¡Si fuera esférica no tendría ni extremos ni ángulos!), sino porque también lo dice la lógica, esa que tanto tergiversan los científicos. Aquí traigo tres simplísimos experimentos que os probarán la verdadera planitud de la Tierra.
¡Salta!
Simplemente salta lo más alto que puedas. Si lo haces, caerás justo en el mismo lugar donde estabas antes, ¿no?
Según los científicos la Tierra es una pelota que gira a más de mil kilómetros por hora. ¿Cómo no nos damos cuenta de ello? Si fueramos en una cama que se moviera, digamos, a diez kilómetros por hora y saltáramos, ¿qué pasaría? ¿Caeríamos en el mismo sitio? No, caeríamos más atrás, incluso fuera de la cama. Por lo tanto este experimento prueba que la Tierra está fija y no girando.
¡Sopla!
¿Qué pasa con Australia? Si la Tierra es esférica y Australia está debajo, ¿por qué no se caen sus habitantes? Los científicos se han inventado la “gravedad” y la “fuerza centrífuga” para intentar explicarlo. Dicen que como la Tierra pesa muchísimo más que las personas, las atrae como un imán. Bueno, pues esto es muy fácil de rebatir:
Coge un globo o un balón de playa e hínchalo. Ahora corta un trocito de papel, ponlo sobre la pelota y gírala hasta que el papel quede debajo: ¡El papel termina cayendo en cuanto cruza el “ecuador”! Si fuera verdad lo que dicen los científicos, dado que la pelota pesa más que el papel, debería atraerlo, ¿no?
Pues ya está: si la Tierra fuera esféfica no podría vivir nadie por debajo del ecuador, porque todos se caerían.
¡Sube!
Eso es, sube a un lugar alto, luego a otro con diferente altura, cada vez más alto: un árbol, un edificio, un avión… Cuanto más alto subes, más lejos puedes ver, ¿no es así? Si la Tierra fuera esférica las cosas que están lejanas estarían “por debajo” del horizonte, y por más alto que subieras nunca lo verías.
¿Véis qué fácil?